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Irís Von Einsbern~
2 participantes
Página 1 de 1.
Irís Von Einsbern~
Nombre: Irisviel, pero prefiere que le llamen Irís.
Apellído: Von Einsbern.
Edad: 15 años.
Raza: Shinigami.
Orientación Sexual: Bisexual.
Ocupación: acabar con cualquier demonio que vea, recolectar almas y robar una que otras cosas (?) esto último se lo toma más como un pasatiempo o un juego; sólo le roba a quienes le caen mal como tú (???).
Familia: Su padre murió asesinado, su madre "desapareció" cuando ella tenía 10 años.
Descripción Psicológica: suele ser amigable, siempre sonriente , ocurrente, infantil en ocasiones. Odia perder y que le ordenen; la mayor parte de su tiempo siempre está acompañada no le gusta estar sola ya que con frecuencia sufre de ataques depresivos. Cuando la ocasión lo amérita, por ejemplo al cumplir con su trabajo como shinigami, puede llegar a mostrar una expresión completamente fría aunque internamente no disfrute para nada lo que hace.
Descripción Física:
Historia: cuando era humana vivía en la ciudad de tokyo, aunque no le gustaba la ciudad prefería el campo por lo que todos los días cuando tenía la oportunidad de escapar de aquella mansión, de su padre, de aquellos guardias salía a respirar aire puro. Desde pequeña su padre la había mantenido aislada de todas las personas, inclusive de su propia madre la que desapareció misteriosamente cuando ella contaba con apenas 10 años de vida, en su interior Irís siempre supo que su padre había tenido que ver con aquella desaparición; Irís temía a su padre ya que este le veía como un objeto de su propiedad más que como su hija, cada vez que alguna persona se acercaba a ella, él la aislaba alegando que no podía permitir que le hicieran daño, mentira, una vil mentira su padre aprovechaba cualquier oportunidad para golpearla por los más pequeños errores que ella cometiera o simplemente por el hecho de oponerse a sus órdenes, pero el no era tan estúpido como para golpearla en el rostro, al contrario la golpeaba en el resto del cuerpo ya que así podría ocultar la evidencia. Nadie sabría que el la golpeaba, nadie que observará más allá de su rostro. La única amiga de Irís era una de las empleadas de aquella mansión, era la que le ayudaba a escapar al campo de vez en cuando, la mayoría del tiempo cuando su padre estaba de viaje, del resto procuraba no salir de la mansión cuando él se encontraba ahí; cuando Irís cumplió 15 años todo empeoró los tratos que recibía de su padre ya no eran nada agradables, aunque de por sí antes tampoco lo eran, notaba extraño a su padre cuando estaba cerca de ella a veces en las noches él se escabullía a su habitación, ella sólo hacia como que estaba completamente dormida, pero sentía la mirada de su padre sobre ella todas las noches sin embargo no pasaba nada más.
Un día como cualquier otro cuando su padre no se encontraba ella salió al bosque a caminar, el día era hermoso sin duda habría sido perfecto de no haber sentido que su cuerpo pesaba tanto a causa de los golpes recibidos la noche anterior, esos golpes habían dejado marcas naturalmente pero ella siempre se cubría cuanto podía; llegó hasta un inmenso campo de rosas que extrañamente eran blancas aquel lugar le transmitía tanta tranquilidad que podía pasar todo el día ahí sentada rodeada de rosas escuchando los sonidos provenientes del bosque... ¡Era el lugar perfecto! Tenía que mostrárselo a su amiga comenzó a caminar sonriente pero justo en el momento en que se disponía a marcharse se topó con un par de ojos extraños, intrigantes se trataba de un chico que se encontraba al otro lado del campo, ella le observó detenidamente era lindo un adorable sonrojo cubrió por completo sus mejillas, su sonrisa se ensanchó y le saludó amablemente, de repente ya no quería irse de aquel campo deseaba quedarse ahí.., ese día había sido uno de los mejores de su existencia, porque fue el día en que conoció al amor de su vida Raziel, así se había presentado aquel chico. A partir de aquel día ella iba más seguido al bosque a aquel campo de rosas sólo para verlo a él, con el tiempo se hicieron amigos, pero ella jamás le contó sobre los tratos de su padre es más, trataba de evitar el tema.
Finalmente una tarde de abril ambos confesaron sus sentimientos, ella se había enamorado pérdidamente de aquel chico y él de ella; pero con aquella felicidad también llegaron más problemas cada vez le era más difícil escapar de la mansión para ver a su amado, su padre sospechaba por lo que aumentaba la vigilancia alrededor de la mansión, sin embargo la necesidad de verlo era demasiado fuerte y era lo que la impulsaba a escapar día tras día de aquel encierro; un día él chico le propuso huir con el, huir de aquel lugar y ¿como negarse? Eso finalmente era lo que ambos deseaban, era lo que ella deseaba, fijaron una fecha para encontrarse ahí de nuevo en el lugar en donde se habían conocido, ese sería el lugar que los vería partir juntos a media noche con la luna como testigo.
Esa noche había discutido con su padre, pero aquello no iba a detenerla, le rogó a su amiga para que le ayudara a escapar y ella dudosa aceptó, tenía razones para dudar, después de todo si su amo se enteraba de aquello lo más probable es que la despidieran o algo más... Salio de la mansión cuando sólo faltaba media hora para media noche y se encaminó al campo de rosas, sonreía estaba feliz, y al parecer la luna también, brillaba como nunca.
No supo cómo, ni cuando. Pero al llegar a aquel campo no se encontró con su amado, en su lugar estaba aquel hombre, su padre, estaba furioso fuera de sí y no perdió tíempo para arremeter contra ella. Irís intento defenderse pero no podía, simplemente su padre era más fuerte que ella; sintió un dolor agudo en su pecho, luego vio un líquido carmesí manchar su bonito vestido blanco, y también las rosas a su alrededor, no pasó mucho tiempo para que se desángrara y muriera pero en ningún momento dejó de pensar en él en su amado, tampoco dejó de maldecir a su padre internamente por haber arruínado su vida.
Lo siguiente que supo cuando "despertó" es que ya no era humana, era un shinigami, había escuchado sobre ellos cuando estaba con vida pero nunca les prestó mayor atención y mucho menos pensó que resultarían existir. La entrenaron, aunque su ánimo estuviese deshecho, siempre pensó en su amado raziel pero no sabía cómo reaccionaria al verla, ella estaba muerta y probablemente el también... Así que se propuso buscarle luego de terminar con su entrenamiento, si el realmente había muerto podría verlo ¿cierto?, ¿podría estar a su lado?..., luego de haber cumplido con su entrenamiento, todo shinigami era asignado a un sector, a ella al parecer se le había asignado a una academia "extraña" había pensado cuando le dijeron que clase de académia era aún embargo aceptó gustosa alejarse del cuartel le daría tiempo de buscar a su amado; aquella academia era la academia cross.
Gustos:
-Las rosas blancas (obio XD).
-La compañía.
-La paz.
-La música.
-Los espacios libres.
-Robarle a las personas malas(?).
-Los Gatos, en especial aquellos que poseen ojos de diferentes colores.
-Dormir.
-No trabajar.
-Sonreír y hacer sonreír.
-El tiempo nublado así como la lluvia etc~.
-Las películas o libros de terror (???).
Disgustos:
-Las rosas rojas, ya que le recuerdan a una rosa manchada de sangre.
-El color rojo en sí.
-La soledad, ya que sufre de constantes depresiones en cuanto tienen un momento a solas para recordar.
-El ruido.
-Los espacios estrechos.
-Que le roben a ella (wtf? XD).
-Que la despierten.
-Hacer su trabajo como recolectora de almas.
-El maltrato hacia los animales, aunque considere más animales a los humanos(?).
Armas: Las de todo shinigami, su guadaña.
Habilidades: Puede manipular el metal, hacer que tome la forma que ella desee cosa que le permite hacer cambiar de forma su guadaña; normalmente la lleva en su muñeca en forma de pulsera o anillo. Puede crear un campo de invisible a su alrededor que neutralize los poderes de sus enemigos; esta habilidad es la que más utiliza, normalmente siempre está activado.
Limitaciones: la habilidad de controlar y manipular la forma del metal tiene como límite una hora, si en ese tiempo ella no logra acabar con su enemigo está perdida ya que mantener activas ambas habilidades la deja exhausta y débil.
Otros datos:
-No es nada buena para el combate cuerpo a cuerpo, prefiere el ataque a distancia. -Odia sonrojarse, como cualquier niña inocente o shinigami recolectora de almas y asesina de demonios(?).
-----------------------------
Nombre del avatar: Irísviel von Einsbern.
Nombre del anime, manga o vídeo juego: Fate/Zero.
//~Las estrellas hablan en silencio, con letras que nadie conoce~//
Apellído: Von Einsbern.
Edad: 15 años.
Raza: Shinigami.
Orientación Sexual: Bisexual.
Ocupación: acabar con cualquier demonio que vea, recolectar almas y robar una que otras cosas (?) esto último se lo toma más como un pasatiempo o un juego; sólo le roba a quienes le caen mal como tú (???).
Familia: Su padre murió asesinado, su madre "desapareció" cuando ella tenía 10 años.
Descripción Psicológica: suele ser amigable, siempre sonriente , ocurrente, infantil en ocasiones. Odia perder y que le ordenen; la mayor parte de su tiempo siempre está acompañada no le gusta estar sola ya que con frecuencia sufre de ataques depresivos. Cuando la ocasión lo amérita, por ejemplo al cumplir con su trabajo como shinigami, puede llegar a mostrar una expresión completamente fría aunque internamente no disfrute para nada lo que hace.
Descripción Física:
- Spoiler:
Historia: cuando era humana vivía en la ciudad de tokyo, aunque no le gustaba la ciudad prefería el campo por lo que todos los días cuando tenía la oportunidad de escapar de aquella mansión, de su padre, de aquellos guardias salía a respirar aire puro. Desde pequeña su padre la había mantenido aislada de todas las personas, inclusive de su propia madre la que desapareció misteriosamente cuando ella contaba con apenas 10 años de vida, en su interior Irís siempre supo que su padre había tenido que ver con aquella desaparición; Irís temía a su padre ya que este le veía como un objeto de su propiedad más que como su hija, cada vez que alguna persona se acercaba a ella, él la aislaba alegando que no podía permitir que le hicieran daño, mentira, una vil mentira su padre aprovechaba cualquier oportunidad para golpearla por los más pequeños errores que ella cometiera o simplemente por el hecho de oponerse a sus órdenes, pero el no era tan estúpido como para golpearla en el rostro, al contrario la golpeaba en el resto del cuerpo ya que así podría ocultar la evidencia. Nadie sabría que el la golpeaba, nadie que observará más allá de su rostro. La única amiga de Irís era una de las empleadas de aquella mansión, era la que le ayudaba a escapar al campo de vez en cuando, la mayoría del tiempo cuando su padre estaba de viaje, del resto procuraba no salir de la mansión cuando él se encontraba ahí; cuando Irís cumplió 15 años todo empeoró los tratos que recibía de su padre ya no eran nada agradables, aunque de por sí antes tampoco lo eran, notaba extraño a su padre cuando estaba cerca de ella a veces en las noches él se escabullía a su habitación, ella sólo hacia como que estaba completamente dormida, pero sentía la mirada de su padre sobre ella todas las noches sin embargo no pasaba nada más.
Un día como cualquier otro cuando su padre no se encontraba ella salió al bosque a caminar, el día era hermoso sin duda habría sido perfecto de no haber sentido que su cuerpo pesaba tanto a causa de los golpes recibidos la noche anterior, esos golpes habían dejado marcas naturalmente pero ella siempre se cubría cuanto podía; llegó hasta un inmenso campo de rosas que extrañamente eran blancas aquel lugar le transmitía tanta tranquilidad que podía pasar todo el día ahí sentada rodeada de rosas escuchando los sonidos provenientes del bosque... ¡Era el lugar perfecto! Tenía que mostrárselo a su amiga comenzó a caminar sonriente pero justo en el momento en que se disponía a marcharse se topó con un par de ojos extraños, intrigantes se trataba de un chico que se encontraba al otro lado del campo, ella le observó detenidamente era lindo un adorable sonrojo cubrió por completo sus mejillas, su sonrisa se ensanchó y le saludó amablemente, de repente ya no quería irse de aquel campo deseaba quedarse ahí.., ese día había sido uno de los mejores de su existencia, porque fue el día en que conoció al amor de su vida Raziel, así se había presentado aquel chico. A partir de aquel día ella iba más seguido al bosque a aquel campo de rosas sólo para verlo a él, con el tiempo se hicieron amigos, pero ella jamás le contó sobre los tratos de su padre es más, trataba de evitar el tema.
Finalmente una tarde de abril ambos confesaron sus sentimientos, ella se había enamorado pérdidamente de aquel chico y él de ella; pero con aquella felicidad también llegaron más problemas cada vez le era más difícil escapar de la mansión para ver a su amado, su padre sospechaba por lo que aumentaba la vigilancia alrededor de la mansión, sin embargo la necesidad de verlo era demasiado fuerte y era lo que la impulsaba a escapar día tras día de aquel encierro; un día él chico le propuso huir con el, huir de aquel lugar y ¿como negarse? Eso finalmente era lo que ambos deseaban, era lo que ella deseaba, fijaron una fecha para encontrarse ahí de nuevo en el lugar en donde se habían conocido, ese sería el lugar que los vería partir juntos a media noche con la luna como testigo.
Esa noche había discutido con su padre, pero aquello no iba a detenerla, le rogó a su amiga para que le ayudara a escapar y ella dudosa aceptó, tenía razones para dudar, después de todo si su amo se enteraba de aquello lo más probable es que la despidieran o algo más... Salio de la mansión cuando sólo faltaba media hora para media noche y se encaminó al campo de rosas, sonreía estaba feliz, y al parecer la luna también, brillaba como nunca.
No supo cómo, ni cuando. Pero al llegar a aquel campo no se encontró con su amado, en su lugar estaba aquel hombre, su padre, estaba furioso fuera de sí y no perdió tíempo para arremeter contra ella. Irís intento defenderse pero no podía, simplemente su padre era más fuerte que ella; sintió un dolor agudo en su pecho, luego vio un líquido carmesí manchar su bonito vestido blanco, y también las rosas a su alrededor, no pasó mucho tiempo para que se desángrara y muriera pero en ningún momento dejó de pensar en él en su amado, tampoco dejó de maldecir a su padre internamente por haber arruínado su vida.
Lo siguiente que supo cuando "despertó" es que ya no era humana, era un shinigami, había escuchado sobre ellos cuando estaba con vida pero nunca les prestó mayor atención y mucho menos pensó que resultarían existir. La entrenaron, aunque su ánimo estuviese deshecho, siempre pensó en su amado raziel pero no sabía cómo reaccionaria al verla, ella estaba muerta y probablemente el también... Así que se propuso buscarle luego de terminar con su entrenamiento, si el realmente había muerto podría verlo ¿cierto?, ¿podría estar a su lado?..., luego de haber cumplido con su entrenamiento, todo shinigami era asignado a un sector, a ella al parecer se le había asignado a una academia "extraña" había pensado cuando le dijeron que clase de académia era aún embargo aceptó gustosa alejarse del cuartel le daría tiempo de buscar a su amado; aquella academia era la academia cross.
Gustos:
-Las rosas blancas (obio XD).
-La compañía.
-La paz.
-La música.
-Los espacios libres.
-Robarle a las personas malas(?).
-Los Gatos, en especial aquellos que poseen ojos de diferentes colores.
-Dormir.
-No trabajar.
-Sonreír y hacer sonreír.
-El tiempo nublado así como la lluvia etc~.
-Las películas o libros de terror (???).
Disgustos:
-Las rosas rojas, ya que le recuerdan a una rosa manchada de sangre.
-El color rojo en sí.
-La soledad, ya que sufre de constantes depresiones en cuanto tienen un momento a solas para recordar.
-El ruido.
-Los espacios estrechos.
-Que le roben a ella (wtf? XD).
-Que la despierten.
-Hacer su trabajo como recolectora de almas.
-El maltrato hacia los animales, aunque considere más animales a los humanos(?).
Armas: Las de todo shinigami, su guadaña.
Habilidades: Puede manipular el metal, hacer que tome la forma que ella desee cosa que le permite hacer cambiar de forma su guadaña; normalmente la lleva en su muñeca en forma de pulsera o anillo. Puede crear un campo de invisible a su alrededor que neutralize los poderes de sus enemigos; esta habilidad es la que más utiliza, normalmente siempre está activado.
Limitaciones: la habilidad de controlar y manipular la forma del metal tiene como límite una hora, si en ese tiempo ella no logra acabar con su enemigo está perdida ya que mantener activas ambas habilidades la deja exhausta y débil.
Otros datos:
-No es nada buena para el combate cuerpo a cuerpo, prefiere el ataque a distancia. -Odia sonrojarse, como cualquier niña inocente o shinigami recolectora de almas y asesina de demonios(?).
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Nombre del avatar: Irísviel von Einsbern.
Nombre del anime, manga o vídeo juego: Fate/Zero.
//~Las estrellas hablan en silencio, con letras que nadie conoce~//
Iris- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 02/02/2012
Localización : Cumpliendo con mi trabajo, es decír, en la cama durmiendo (?)
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Sáb Ene 25, 2020 1:52 pm por Yuu Kurenai
» Les contaré sobre mi vida, algo extraño pasa
Sáb Nov 16, 2019 11:22 am por Yuuki
» Si ven esto y aun quieren comunicarse
Mar Dic 18, 2018 3:10 pm por Alexander Schiavone
» Sakura Feudal [Élite]
Mar Mayo 06, 2014 10:32 pm por Invitado
» ¬_¬ se atreveran a leer nuestra ficha?
Vie Sep 13, 2013 8:30 am por Yuu Kurenai
» Compras Inesperadas! [Priv.Hitomi]
Mar Sep 10, 2013 9:31 pm por Lavi Bookman
» Holi a todos -Que originalplz-(?)
Sáb Sep 07, 2013 6:11 pm por Yuu Kurenai
» Ficha: Miku Zatsune
Sáb Sep 07, 2013 2:33 pm por Yuuki
» Nuevo Registro de físicos.
Vie Sep 06, 2013 3:18 pm por Miku Zatsune