Nuestro amor eterno (priv. Oz.+18)

Estaba en mi habitación. Mi hermana Sairent salió de vacaciones ya que era verano. Allen estaba en su habitación, haciendo quien sabe que, pero le había dicho que le daba una semana libre.  Era de noche y estaba sentada en la cama la cual estaba un poco destendida de un lado. Llevaba una paletita en la boca como siempre, ya estaba bañada y ya vestida con mi pijama de seda de tirantes color aqua, la cual me llagaba casi hasta el tobillo. Bueno, que se esperaba de eso? Soy una princesa y hay pijamas que no puedo usar. Aunque este en el mundo humano, aun debo comportarme como princesa. Mi habitación era muy fina, el director mando a remodelarla para sentirme como en mi casa, (osea el palacio). Mi cama es enorme, suelo compartirla con Sairent, pues ella llegó inesperadamente y no se podía con otra cama más. 

Tenía solo la luz de la luna asomandose por la ventana y la puerta de la habitación estaba cerrada con llave, no podía dormir, eran las 10:00 pm apenas y normalmente me duermo como a las 8 o 9 pm. Ya me había terminado la paletita y tiré el palito en un botesito de basura, de pasada me asome por la ventana abriendola y luego recargando mi codo en la orilla y mi mejilla en mi mano. Al ver esa bella luna, me llegaban muchos recuerdos del pasado, pero el que mas me llegaba, era cuando desperte con Oz enfrente mio, lo cual significaba que el me desperto de un sueño del cual pude morir dandome un tierno beso. Segun mi libro, el beso se lo daría a la princesa, aquel hombre que estuviera destinada a amarla. Eso pasó con Oz. De solo pensar en el, me sonrojaba y mi corazon late mas rapido. De repente, escuche una voz, era la voz de Oz, llamando mi nombre. Me asome mas por la ventana y lo ví.  -Oz! Shh, No grites! - dije casi en susurro. Luego le hice una seña de que viniera, Habían enredaderas en la pared, por la cual el subió y entro por la ventana. Al verlo sonreí y lo saludé.

-Hola Oz, que bueno es verte.- dije pasa despues darle un beso. Por un momento me sentí como en Romeo y Julieta, pues aparte de que Oz haya escalado hasta mi ventana, eramos de diferentes razas y clases, incluso nivel social, por así decir. El era un demonio, yo era una reikan. El era de la clase nocturna y yo de la matutina. El era una persona normal y yo una princesa. Lo besaba feliz y despues me separe del beso mientras lo miraba sonrojada.  

Mi cuarto:
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Pijama:

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aya que era una sorpresa ver a Oz en mi habitación. Era la primera vez que Oz me visitaba. Estaba muy feliz, mi larga y aburrida noche había cambiado con la precencia de Oz. aunque me preguntaba porque venía tan derrepente. Sonreí al escuchar su comentario sobre mi habitacion pero después escuche su otro comentario sobre su inesperada visita mientras se mostraba muy sonrojado y desviaba la mirada. Lo mire pero después sonreí timida, sonrojandome igual que el. -Pues es bueno tenerte aqui Oz. Tu visita fue imesperada, pero no te estoy regañando ni nada. Todo lo contrario, estoy feliz, ya que nunca has venido a visitarme por este asunto de las clases diferentes.- 

Mientras hablaba, caminaba hacia mi cama y me sentaba en la parte destendida. Al sentarme, osea justo cuando terminé de hablar, extrendí mi mano como pidiendole a Oz que viniera y la tomara. El solo me miró y tomo mi mano y yo lo guie a sentarse a mi lado. Aún lo tomaba de la mano y sonreía muy tímida. En aquel momento, sentí que uno de los brazos de Oz me abrazaba, se sentía muy calido, lo cual hizo que me sonrojara mucho. 

Lo mire casi hipnotizada. A mi mente me venían muchas cosas, pero el simple hecho de que Oz y yo estuvieramos juntos, en una habitacion a oscuras, me ponía nerviosa. No sabía que hacer ahora que Oz me visitaba. -Oz...-descie la mirada sonrojada. -Te amo... Tu me despertarste de mi sueño. Del peligroso sueño que me mataba cada segundo que pasaba. Lo que indicaba que tu eras aquel que me iba a amar. Pero, aunque digas que me amaras para siempre, podría resultar falso. No es que dude de ti, es solo que... No soportaría de nuevo, que mi corazon se entristeciera.- Si, Allen, había sido mi primer amor, pero debido a que yo era una princesa y el un sirviente. Solo quedamos como amigos. Me entristeció pero pude seguir hasta que conocí a Oz, mi principe, mi verdadero Romeo. Solo... Quería que jurara que me iba a amar para siempre. Porque yo lo amo verdaderamente, no es un amor pasajero ni un simple gustar como lo fue con Allen en el pasado. Yo verdaderamente lo amaba, amaba tanto a Oz, tanto, que si me dejara tirada como si nada, me quitaría la vida como la tragedia de Julieta.

Lo seguía mirando sonrojada y de repente escuche sus dulces palabras. Fue como escuchar a Romeo hablandole a Julieta. Solo que no de forma poetica, el hablaba desde su corazón, no con la mente. Sonaba seguro y no se trababa ni nada. Mi corazón latió demasiado fuerte y tenía una sensasión desconocida dentro de mi. Oz tomó mis manos de forma delicada y me hablaba de forma tan hermosa. Solo sonreía sonrojada al escucharlo. No sabía que decir, pues ya había dicho que me ama y que nunca me dejaría. -Oz... Esas palabras, son más que suficientes para saber que nunca lastimarías mi corazón y que me amas. -Le dije. Una de mis manos soltó la mano de Oz y fue recorriendo su brazo hasta su hombro. -Yo tambien te amo y nunca te dejaría solo entristeciendote, te lo prometo.-

Despues de decirle eso, lo mire un segundo y lentamente me acercaba a el, hasta que de forma lenta, mis labios tocaron los suyos. Mi sonrojo subió demasiado. No sabía porque, pero a pesar de que Oz me ah besado tanto, ese beso, aunque apenas haya comenzado, sentía como si me exitara. Solo me deje llevar y sentí como era recostada en la cama mientras aún el beso continuaba. No sabía que era, pero tal vez era lo que la gente llama "entregarse". Si... eso quería yo, entregarme a Oz.

M: Ese beso tan hermoso y magico, aún pequeño, era suficiente para que mi corazón saltara de mas, aunque sentía nervios en cuanto fui recostada en mi cama lentamente por Oz y me tomaba de las manos. Sus labios, sus manos, su rostro tímido como el mío... Me sentía exitada, calida por dentro y sintiendo deseo de entregarme a Oz. El beso poco a poco comenzaba a ser apasionado pero lamentablemente nos separamos por falta de oxígeno. Mi sonrojo se elevó al mirarlo sonrojado igual. Escuche de nuevo su voz hablandome. Me pedía que le dejara besarme, abrazarme y ser descortés conmigo. Allí lo supe que el quería lo mismo que yo. Lo miré y acaricie su rostro y mi mano bajo un poco a su pecho, el cual estaba descubierto por dos botones desabrochados. Acaricie su pecho sonrojada y luego lo mire a los ojos. -Oz... Esta noche, haz lo que desees conmigo. Hazme tuya... Sé descortés conmigo... - le dije casi suplicandole.

Oz sonrió y me beso de forma apasionada. Comencé a jugar con su lengua y abrazarlo. Poco a poco desabotoné su camisa y con mucha lentitud y algo de placer hasta dejarlo sin esa molesta prenda. Sentí su calida piel, casí ardiente y solo comencé a acaricarlo por la espalda, así abrazandolo y dejando que me bese y acarice donde el quisiera. Lo sé, esto es como un amor prohibido. Estoy entregando mi virginidad sin antes haberme casado, y se la estaba entregando a alguien que no es de sangre real o minimo que sea un reikan. No es propio de una princesa pero para mi, Oz era el único para mi, a quien me entregaría por amor. Este amor, aunque sea prohibido, hare cualquier cosa por hacerlo fuerte. No me importaba si mi padre me encontraba y lo descubría, ya lo dije. Si alguien me separa de Oz, escaparía para estar con el y si lo asesinan, yo me quitaría la vida. Parece una obsesión, lo admito, pero no lo es, es amor, amor verdadero.

Dejaba que Oz me besara y acariciara mientras yo lo abrazaba y apegaba a mi. -Oz... Te amo- murmuraba. Aún no podía creer que Oz estuviera en mi habitación y que estabamos a punto de hacer el amor...

Oz... Vaya, estaba muy exitada con los besos que me dejaban sin respirar. A cada beso correspondí gustosa y feliz. Mis manos recorrían su espalda lentamente. Mis nervios aumentaron al igual que mi sonrojo cuando Oz bajo mis tirantes. Comenzaba el momento de quitar las estorbosas prendas que impedían el contacto de nuestras pieles. A veces el hecho de ver a Oz sin camisa hacía que mi sonrojo subíera, pero sabía que ninguno tendría ninguna prenda al final. Deje que siguiera cada beso hasta que Oz logro quitarme mi pijama. Sentí el impulso de cubrirme con los brazos, pero mire a Oz a los ojos. Ahora sentía que quería mostrarme a el. El estaba sonrojado, al igual que yo. Mi respiración se comenzó a agitar, cuando el besó mi frente, yo lo abracé inmediatamente. Quería sentir su cálido cuerpo haciendo contacto con el mio.

-Oz... No... Pares...- le supliqué a Oz. Mis manos bajaron, con la intención de poder bajarle el pantalón. Lo besé en sus labios jugando así con su lengua. Quería seguir y no parar. Lentamente lo despoje de su pantalón. Me sonroje bastente hasta las orejas, deseaba que el me hiciera suya, me sentía tan feliz de porfin estar con Oz. Lo mire, sonreí y una de mis manos acaricio su pecho. Lo abrazaba descontroladamente y espere a que él me despojara de las ultimas prendas, me acariciara o besara. Sinceramente estaba muy nerviosa y un poco asustada, pero tambien estaba feliz, sintiendome locamente enamorada de el. 

El sentir el cuerpo de Oz, que estaba casi en llamas, hacía que mi calor corporal subera hasta estar casi igual que el de él, tanto que ya no sentía lo fresco de la noche. Siendo la luz de la luna lo único que nos iluminaba, haciamos nuestro hermoso pacto de nuestro amor eterno.

Las manos de Oz... Sentía como acariciaban mi cuerpo. Era simplemente maravilloso. Mi virginidad comenzara a morir en ese instante. Lo sabía bien. Como desearía dejar de ser princesa, poder ser egoista con mis impulsos, todo con tal de tener mucha libertad con Oz. Mi sonrojo invadio por completo mis mejillas, al ser besada y abrazada por mi Oz, tanto lo deseaba, sintiendo el deseo de la pasión el cual nunca sentí hasta ahora. 

Una vez que me quito la ropa por completo, me sonroje mas. Pero sin embargo en vez de cubrirme, me exibí ante el para que pudiera sentir el mismo deseo que yo. Lo escuche y lo mire a los ojos, los cuales en ese momento eran anaranjados, pero no me dio miedo, pues esos ojos me miraban de la forma mas amable y tierna. -y quien dijo que quería que te detuvieras? No quiero que te detengas. Y no estoy incomoda. Solo quiero ser tuya. Tocame... Sienteme... Haz que esta noche sea unica. Por favor...- le dije como si le suplicara.

El solo sonrió y me beso apasionadamente por lo que yo comence a jugar con su lengua. Yo solo baje un poco besando su cuello hasta que sentí un ligero jalon en el cabello haciendo que levantara mucho mi cabeza. No me había dolido. Al levantar la cabeza, mi cuello se exibía. Oz comenzó a besar y lamerlo, por lo cual solo yo me dejaba gustosa. Mientras Oz me besaba, yo comenze a acariciar su espalda hasta que lo comencé a rasguñar con mis uñas, obviamente sin lastimarlo.

Despues de escuchar sus palabras la mire y empese a besarla , y a lamer su cuello , sentia como me rasguñaba por la espalda que me hacia sentir muy exitado , no sentia dolor porsupuesto. Despues de la nada un gran sentimiento se apodero dentro de mi , como si quisiera hacerla solo mia y de nadie mas. Me habia dado cuenta de lo que estaba deceando , era indiscreto pero algo no me dejaba parar. La mire y sonrojado la recoste bien en la cama y acaricie su mejilla , la miraba con ojos diferentes alos que antes le habia enseñado , que mostraban calidez y ala vez atrevimiento , con una mano entrelaze los dedos de la Princesa con los mios , me hacerque a su oido y con una voz baja le dije -Lamento no poder conterme , espero que me perdone...- Despues de eso le di un grande y largo beso , mientras empezaba a penetrarme a ella lentamente. Esa sensacion que sentia era extravagante , mi corazon latia muy fuerte y mi cuerpo estaba muy caliente , estaba muy rojo , que apenas creia lo que estaba pasando.

No dejaba de besarla , hasta separarme y verla con esos ojos atrevidos , estabamos los dos muy calientes y sonrojados , la noche hacia par con nuestros cuerpos desnudos , baje mi cabeza hacia su pecho y note los latidos de su corazon que estaban muy acelerados , no queria que este momento acabara por nada del mundo y perder esos sentimientos que habia descubrido esta noche , por nada del mundo...

Meli: perdon por haber tardado Andy ^^U

Oz .... Seguía deseandolo cada vez más, de que él sea mio y yo de él. Poco a poco me acostumbraba a sus besos y sus caricias, que deseaba que los diera por todo mi cuerpo. Sentía como lamía mi cuello, como nos tocabamos. Miré sus ojos y sonreí algo tímida. Mi corazón latió demasiado fuerte y mi respiración se agitó, era un sentimiento incontrolable.

Oz entrelazó sus dedos con los míos mientras me recostaba bien en la cama, yo solo tenía los ojos cerrados de forma tranquila, así escuchando lo que él me dijo. Yo solo quedé en silencio, hasta que sentí como él entraba en mi. En ese momento me dolió un poco, por lo que solté un gemido, separandome un poco del beso que me había dado. Sentí un escalofrio que recorrió mi cuerpo, lo que me impulso a abrazarlo fuertemente, sentirme como protegida por él. Hacer el amor con quien amo... Era mi deseo en ese momento. Solo le seguí el juego a Oz mientras esperaba a que él hiciera algo más.